El acceso a servicios y conectividad han sido los atributos más valorados por los clientes inmobiliarios a la hora de buscar un hogar. Pero con la pandemia y las posibilidades de trabajar de manera remota, hemos visto un fenómeno bastante interesante: Existe un interés creciente por viviendas más amplias, independientemente de su ubicación, eso si, siempre conectado con las principales zonas de la ciudad.
Solo en la Región Metropolitana, hay un aumento de la demanda por espacios de 3 y 2 dormitorios y se observa una disminución en los requerimientos de viviendas más pequeñas, como deptos estudio y de 1 dormitorio.
Si bien, el principal detonante de estos cambios de comportamiento de compra fue la pandemia, esta tendencia ya venía dándose desde antes. El alejamiento de las zonas céntricas en busca de mayores espacios y mejores precios es una tendencia que viene desde hace algunos años, y que se ha intensificado en el último período.
Por ejemplo, en el Gran Santiago, el desarrollo de la ciudad también ha facilitado este avance, debido a que las zonas periféricas cuentan con mejor conectividad, lo cual se terminará de consolidar tras la construcción de la línea 7 de Metro, donde 33 de 34 comunas urbanas de la capital contarán con al menos una estación.